sábado, 25 de agosto de 2007

Gestación

No me digan cosas rudas,
ni me cuenten nada grave...
ni me hagan saber tristezas,
ni que me asome a la calle.
Yo quiero mirar jardines,
ver el verdor en los parques...
Escuchar las tibias notas
del gorjeo de las aves.

Que en mis venas se deslice
mansa y placida la sangre...
Para que en ella se acune
mi niño sin despertarse.
No me digan cosas rudas
porque no quiero asomarme...
Necesito que comprendan
que ya no estoy para nadie.

Déjenme mirar los peces
a la orilla del estanque.
Déjenme que se columpien
mis sueños bajo la tarde.
(Un arrorro imperceptible
trae en sus notas el aire,
y la sonrisa de un niño
se presiente en el paisaje).

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